Exportar los productos fuera del propio país conlleva una serie de ventajas y beneficios para el fabricante. Vamos a verlos:
Diversificar Riesgos
Para un fabricante que solamente vende en su propio país, es igual a poner los huevos en una sola cesta. Si, por cualquier circunstancia: crisis económica, pérdida de clientes, pedidos impagados, etc… éste mercado nacional disminuye un 50%, las ventas le van a disminuir también en un 50%
Pero imagínese, por un momento, que tiene 5 cestas con huevos: una cesta nacional y 4 cestas que representan 4 mercados (o países) exteriores. Para hacerlo más comprensible, imaginemos que cada uno de éstas cestas (o mercados) representa un 20% de sus ventas. Si, como en el caso anterior y por diversos motivos, sus ventas en el mercado nacional disminuyen un 50%, en el global de sus ventas, esto representará solamente una disminución del 10%
Al diversificas sus ventas en diferentes mercados, diversifica sus riesgos de venta ante cualquier circunstancia. Asimismo, diversifica también clientes.
Por lo que obtiene como beneficio una menor incidencia debida a una posible disminución de ventas en un mercado.
Aumento de la Fabricación
Seguimos con el primer ejemplo: supongamos que su empresa solamente vende en el propio país: ¿y cuál es el volumen de su producción?, seguramente no pasará del 60% del total que se podría fabricar. Esto representa un coste por unidad bastante elevado.
Pero, al exportar sus productos a diferentes mercados, obviamente tendrá que aumentar la producción a algo cercano al 100%, por lo que, en primer lugar, su coste por unidad fabricada disminuirá bastante.
Y, además, la adaptación del producto (o del embalaje) a los diferentes mercados le hará incrementar la calidad de su producto, siendo éste mucho mejor valorado, tanto en su mercado nacional como en los diferentes mercados internacionales.
Excedentes de Producción
Si el mercado nacional es demasiado pequeño o no hay manera de aumentar su cuota de mercado, puede ocurrir que la empresa tenga un exceso de producción. En éste caso, la exportación es la mejor forma de dar salida a éste exceso de producción.
Alargar el Ciclo de Vida del Producto
Existen dos maneras para alargar el ciclo de vida de un producto. La primera está ligada al propio producto, donde se puede alargar su vida por medio de modificar el diseño, cambiar de colores, su calidad, etc…). La segunda está ligada al mercado, dirigirse a otro tipo de cliente, ampliar ventas con nuevos mercados donde no sea tan importante tener la última opción de ese producto, etc…
¿Existen riesgos que hay que tener en cuenta a la hora de exportar sus productos?
Por supuesto, si hay riesgos y lo mejor que puede hacer es conocer cuáles son a fin de prevenirlos adecuadamente.
Pero esto será tema para el próximo Boletín de Noticias.
